Corría el año 2005, y el director Ang Lee decidió poner a Hollywood ante un espejo con su película más polémica y controvertida. Después de crear clásicos modernos como Sentido y Sensibilidad o Tigre y Dragón, el director taiwanes se introdujo en terreno vedado con Brokeback Mountain. Un western, en apariencia, pero que ocultaba una tórrida historia de amor entre dos cowboys homosexuales, que debían llevar una doble vida. La película, protagonizada por Heath Ledger y Jake Gyllenheal, recibió el aplauso de la crítica y el público. Se convirtió al instante en un clásico del cine dramático gay, e incluso fue premiada en los Oscars. Algo estaba cambiando en Hollywood, un lugar abierto y liberal, pero que a la hora de la verdad no solía atreverse a mostrar relaciones homosexuales en pantalla. Muchos aseguraron que era una de las primeras películas donde este tema se trataba de manera abierta y realista. Sin embargo, a finales de los 60, Cowboy de Medianoche ya lo consiguió.

Hablamos de uno de esos clásicos inolvidables del cine, una película que marcó un punto de inflexión en la carrera de sus protagonistas y también de su director. Hablar de homosexualidad en pleno 2005 puede parecer relativamente sencillo, pero hacerlo en 1969, cuando Estados Unidos estaba sumido en una crisis cultural  y política… Era cuanto menos complicado, y desde luego muy arriesgado. Sin embargo, los esfuerzos del director John Schlesinger tuvieron su recompensa, recreando una relación cruda pero muy realista entre dos hombres homosexuales que se niegan a aceptarse a sí mismos. Las interpretaciones de Hoffman y Voight llevan el filme a otro nivel, e incluso la banda sonora destacó, especialmente por la inclusión de Everybody´s talking, de Harry Nilsson, un clásico instantáneo desde ese momento. No fue la primera película en mostrar la homosexualidad en el cine, pero sí una de las pocas en hacerlo de una manera cruda y clara, sin faltar al respecto a la comunidad, por entonces aún muy pequeña y encarcelada en el armario particular de la sociedad. Hoy filme de culto, Cowboy de Medianoche también generó mucha controversia en su momento.

En las últimas décadas, la libertad sexual ha crecido bastante en la mayoría de países desarrollados, convirtiéndose de hecho en un símbolo para entender la propia libertad real en dichas regiones. Hoy por hoy, la orientación sexual no debe ser un motivo de discriminación en ningún lugar del mundo. Y sin embargo, todavía hay mucho camino por recorrer, aunque las parejas gays ya puedan casarse, aunque las mujeres y hombres trans tengan la libertad para sentirse y ser lo que ellos quieran… Incluso en los países más avanzados en este sentido, como España, la situación todavía sigue enconada, e incluso en los últimos tiempos estamos viviendo ciertos brotes homófobos nuevamente, desde ciertos sectores de la población que siguen sin ver como algo “natural” una relación entre dos personas del mismo sexo.

Y es que la sociedad sigue avanzando, pero hay ciertos sectores que todavía se mantienen en posturas mucho más tradicionales y anquilosadas en el tiempo. El Ejército, por ejemplo, es una institución muy enraizada en lo familiar, en una visión castrista de la sociedad que, en el caso de España además, todavía tiene ciertos remanentes dela pasada dictadura franquista, que tuvo precisamente en el Ejército a uno de sus pilares. No sería justo generalizar, desde luego, pero es cierto que todavía queda mucho camino por andar en este sector, uno de los más tradicionales de la sociedad, en el cual el hecho de ser gay puede conllevar una verdadera “deshonra” para un militar, tanto que lo oculta, para que ni sus compañeros ni sus superiores lo sepan, por temor a represalias.

En cuanto a gustos sexuales, cada hombre es un mundo, eso está claro. Pero hay ciertas cosas que parecen unificar esos gustos, algunos fetiches que hacen que todos los chicos se pongan muy cachondos. Eso de hacerlo con un mulato, o lo de estar con un hombre madurito, caballeroso y elegante. También habría que incluir aquí el cliché de los hombres con uniforme, que parecen ser mucho más atractivos al menos para nosotros, sin importar, de hecho, el uniforme que tengan (eso sí, donde esté un buen militar que se quiten los demás). Es algo así como la erótica del poder, pero en vestimenta.

De esto se lleva hablando muchísimo tiempo y lo cierto es que no hay dudas de que es así, tal y como lo podemos ver en la vida real, pero también en cientos de series y películas, como en algún episodio de Sexo en Nueva York. La chica parece no estar interesada en el chico hasta que él se pone un uniforme espectacular y de repente, a ella se le ilumina la cara. En el mundo gay pasa exactamente lo mismo. Es algo que suele ocurrir en muchas ocasiones, no siempre, es verdad, pero sí que bastantes veces, y por eso hemos recogido los casos más especiales de hombres de uniforme que ponen muy cachondos a los chicos como nosotros.

A la hora de encontrar un chico apuesto, morboso y que sepa entendernos, las cosas no siempre son fáciles. Si además los buscamos en lugares donde aparentemente “no deberían estar”, como el ejército, donde sigue habiendo mucho tabú con el tema de la homosexualidad, la cosa se complica aún más. Pero no podemos evitarlo. Un chico militar, con su uniforme, con esa seriedad al desfilar, nos pone demasiado. ¿Es tanto pedir disfrutar de un poco de diversión con uno de ellos?

Como decimos, todavía hay mucha limitación en el ejército en lo que a los militares gays se refiere, y por eso muchos prefieren no salir de armario, la mayoría más bien. Sin embargo, por detrás, a escondidas, no dudan en dar rienda suelta a sus más perversos deseos. Y es ahí cuando podemos aprovechar para disfrutar con ellos, accediendo a sus perfiles en diferentes aplicaciones que se han especializado en ofrecer relaciones con militares, tanto heteros como gays. Mucho mejor que buscar una aguja en un pajar, desde luego.