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Orgullo Gay

¿Por qué se celebra el orgullo gay?

Autor: Antonio Jose Vicente
Fecha de publicación: 28 octubre, 2020

La sociedad siempre parece avanzar hacia el progreso, hacia el respeto entre iguales, hacia una situación de armonía total en la que todos puedan ser libres para amar a quien quieran, sin necesidad de dar explicaciones ni ser mal vistos. Se ha adelantado mucho en las últimas décadas y es evidente que hoy por hoy todo es mucho mejor para las personas con diferentes orientaciones sexuales, al menos en los países más desarrollados. Si miramos en otros países, como en África o en gran parte de Asia, la homosexualidad sigue siendo vista como algo perverso  y hasta prohibido, como un delito. Este tipo de situaciones parecen ir cambiando poco a poco, pero incluso en los países más adelantados, como España, todavía se siguen viendo muchos ramalazos homofóbicos, incluso por parte de algunos partidos políticos.

Es algo que debería estar superado, y que por suerte, para la mayoría no supone ningún tipo de problema, pero todavía no se ha alcanzado esa verdadera normalidad a la hora de ver a dos chicas o dos chicos besándose en la calle, como lo puede hacer una pareja heterosexual. Todavía son muchos los que tienen que escuchar insultos, o incluso reciben agresiones, simplemente por tener una orientación sexual determinada. Por eso se hace más necesaria que nunca la celebración del Día del Orgullo Gay, una jornada festiva pero también reivindicativa, donde todas las personas, homosexuales y no, entienden la necesidad de seguir adelante con el progreso y terminar con la maldita discriminación que los primeros siguen sufriendo en casi todo el mundo. Hay gente que pone en duda la necesidad de este día, o su utilidad real, pero está claro que hay que seguir luchando como siempre por la igualdad absoluta, y más en un tema tan importante como éste.

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¿Por qué el 28 de Junio?

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La elección del día del Orgullo Gay no es casual, por supuesto. Se celebra siempre el día 28 de junio, aunque es cierto que en días previos también suele haber celebraciones, porque se convierte en una semana casi, más que en un solo día. La fecha fue escogida a partir de 1970, porque el año anterior, el 28 de junio de 1969, se produjo una redada en un bar de Nueva York, llamado Stonewall Inn y frecuentado por personas homosexuales, que fueron atacadas y linchadas sin ningún tipo de provocación por parte de las fuerzas del orden. Aquella chispa hizo prender la mecha de la indignación en toda la ciudad, y en los días posteriores se llevaron a cabo disturbios y manifestaciones que pedían, por primera vez, un trato igualitario y no discriminatorio hacia las personas homosexuales. Fue el inicio de la reivindicación.

Los disturbios de Stonewall

La redada tuvo lugar en la noche del 28 de junio de 1969, en el conocido local Stonewall Inn, sitio habitual de encuentro de gays, lesbianas, transexuales y personas de ese entorno, que debían reunirse allí de forma casi clandestina, ante el temor de ser descubiertos, como ocurrió en aquella ocasión. La policía llegó al local, que curiosamente era propiedad de la mafia, y descubrió el ambiente liberal que reinaba, con travestis, drag Queens y todo tipo de personas mostrando actitudes abiertamente homosexuales. Al intentar detenerles se produjeron los primeros disturbios en el bar y en la calle. Durante los días siguientes, la comunidad LGTB empezó a manifestarse, a veces incluso de forma violenta y en compañía de otros grupos discriminados, para luchar contra un sistema que les atacaba y les ninguneaba.

Fueron semanas bastante movidas en el barrio de Greenwich Village, donde se encontraba este local, pero las reivindicaciones no quedaron ahí. A pesar de la fuerza con la que se empleaba la policía, el ánimo de los manifestantes y la claridad de sus peticiones consiguieron traspasar la ciudad y llegar a otros muchos puntos del país, y luego del mundo entero. Ya no había marchar atrás. Aquellos días turbulentos estaban sirviendo, al menos para generar un punto de inflexión en la sociedad, que empezaría a ver con otros ojos a los homosexuales, como personas normales al fin y al cabo, con toda la dignidad que se merecen.

Consecuencias de este suceso

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Una ola de liberación recorrió todo el país, comenzando por Nueva York y continuando por Filadelfia, una ciudad donde también  había una gran comunidad LGTB que ya se venía manifestando, de forma pacífica, durante los años anteriores. Aquel suceso en Stonewall supuso el punto de inflexión para que esas reivindicaciones fueran tomadas más en serio por parte no solo de la población y la sociedad, sino también de la propia autoridad. Se crearon algunas asociaciones pro-derechos gays como el Gay Liberation Front o la Gay Activiste Alliance, que luchaban en todas las ciudades por reunir, de una forma ejemplar, las quejas de las personas homosexuales y mostrarlas con toda su fuerza.

Ya en 1970 se entendió que no había marcha atrás y que algo estaba cambiando definitivamente en la manera en la que la sociedad veía a los gais, pero también en la manera en la que los propios gais se sentían dentro de la sociedad. No querían estar oprimidos durante más tiempo. No querían quedarse de nuevo en un segundo plano, discriminados, como si fueran personas de segunda fila. El movimiento pro-liberación de los derechos homosexuales recorrió todo el mundo en el aniversario de los disturbios de Stonewall, y así fue como surgió el día del Orgullo Gay, a finales de junio, para conmemorar aquella fecha.

Cómo es esta celebración

El Día del Orgullo se celebra actualmente en muchos países del mundo, todos aquellos que al menos entienden que la homosexualidad no es ningún crimen, ninguna enfermedad, ni supone ningún delito amar a una persona de nuestro mismo sexo. Las celebraciones suelen ser festivas, con desfiles coloridos, carrozas y mucha gente disfrutando del ambiente abierto de este tipo de eventos. Sin embargo, aunque se aprecia la alegría y el colorido de estos desfiles, muchos también  intentan poner el foco de atención en la pérdida paulatina del componente reivindicativo en este tipo de celebraciones, algo que todavía sigue siendo muy necesario hoy en día.